Cocer fideos: La clave del éxito

Nadie que conozca recuerda haber logrado exitosamente cocinar sus primeros fideos de paquete. Aunque haya seguido al pie de la letra las instrucciones del envase, aunque haya cronometrado el tiempo a la perfección, el resultado final siempre era una masa pegajosa, chiclosa y desabrida. Le echábamos la culpa a la marca, al tipo de fideo, a la olla, al clima, al agua... Pero bueno, después de varios intentos fallidos y luego de investigar un poco me di cuenta que haciendo pequeños cambios se lograban grandes resultados. Y llegó el día en que finalmente los fideos me quedaron bastante decentes y hasta ricos. Bueno, he aquí los secretos para preparar los fideos de paquete:

1. Siempre partir con una olla con abundante agua muy caliente (que se vean las burbujas de agua en ebullición). Mientras más agua tenga la olla nos aseguramos que los fideos no se van a pegar.
2. Agregar al agua sal y alguna hierba (a mi personalmente me gusta agregar un poco de orégano). Como la sal enfría el agua esperamos hasta que ésta vuelva a hervir. 
3. Agregar los fideos DE UNA SOLA VEZ. Si son pastas cortas (como tubitos, corbatitas o cabellos de ángel) rociar sobre el agua. Para pasta larga (como espagueti o fetuccini) no los partan!!, póngalos todos en el medio de la olla y vallan empujándolos hacia el fondo. Verán que como se van mojando se van ablandando, resultando finalmente fácil introducirlos todos en la olla. 
4. Como el agua vuelve a bajar de temperatura, hay que esperar que nuevamente hierva. En ese momento se inicia el conteo del tiempo de referencia del paquete. (por ejemplo hay marcas que ponen el tiempo de cocción para obtener la pasta al dente)
5. Finalmente, transcurrido alrededor de 7 minutos se chequean los fideos. Aquí lo mejor es probar. Están listos cuando están firmes pero no duros, es decir, pueden masticarse.
6. Una vez cocidos los fideos drenar inmediatamente. Ojalá tener el colador a mano para evitar que se vayan a recocer los fideos.
7. Finalmente, servir. Si es que no se van a consumir inmediatamente, lo mejor es esparcir un chorrito de aceite de oliva, revolver y reservar.